Guía de Compra 2024: Cómo Elegir el Mejor PC Gaming

Si estás pensando en montar o comprar un PC gaming, es fundamental que elijas los componentes adecuados para garantizar el mejor rendimiento y experiencia de juego. En esta guía te proporcionaremos toda la información que necesitas para tomar decisiones informadas, desde seleccionar la CPU y la GPU hasta los periféricos y accesorios más importantes. Además, te ayudaremos a ajustar tu presupuesto y planificar futuras actualizaciones, asegurando que tu equipo esté preparado para los próximos años. Sigue leyendo para descubrir cómo construir un PC gaming que se adapte perfectamente a tus necesidades.

Para más recomendaciones, no olvides consultar nuestro artículo sobre los mejores PC gaming calidad-precio, donde analizamos las mejores opciones del mercado.

Índice de contenidos

1. Componentes clave de un PC Gaming

Al construir un PC gaming, elegir los componentes clave correctamente es esencial para obtener el máximo rendimiento y una experiencia fluida. Cada parte, desde el procesador hasta la tarjeta gráfica, juega un papel crucial en el funcionamiento del equipo. A lo largo de este apartado, te explicaremos los aspectos más importantes que debes tener en cuenta al seleccionar los componentes, asegurando que tu PC gaming no solo sea potente, sino también eficiente y preparado para el futuro.

1.1. Procesador (CPU)

El procesador es uno de los componentes más importantes en un PC gaming, ya que actúa como el cerebro del equipo, gestionando todas las instrucciones y procesos que requieren los juegos y aplicaciones. Un buen procesador garantizará un rendimiento fluido, no solo en juegos, sino también en tareas adicionales como streaming o edición de vídeo.

Qué es y su importancia en el rendimiento general

La CPU (Unidad Central de Procesamiento) se encarga de ejecutar las instrucciones de los programas, incluyendo los juegos. Aunque la GPU suele ser la protagonista cuando se trata del rendimiento en juegos, la CPU sigue siendo fundamental, sobre todo en juegos que dependen más de la lógica y cálculos complejos, como títulos de estrategia o simuladores. Una CPU potente también te permitirá realizar multitarea sin problemas, como tener varias aplicaciones abiertas mientras juegas o realizas transmisiones en directo.

Tipos recomendados: Intel vs AMD

A la hora de elegir un procesador, te encontrarás con dos grandes marcas: Intel y AMD. Ambas ofrecen procesadores de alto rendimiento, pero es importante conocer sus diferencias para hacer la mejor elección:

Intel: Los procesadores de Intel suelen destacar en rendimiento por núcleo, lo que los hace ideales para juegos que priorizan la velocidad en tareas de un solo hilo. Algunas series recomendadas son:
- Intel Core i5: Perfecto para una gama media. Ofrece un excelente equilibrio entre precio y rendimiento para la mayoría de juegos en 1080p y tareas básicas.
- Intel Core i7: Ideal para gamers que buscan mayor rendimiento, capaz de manejar juegos en 1440p o 4K y realizar tareas intensivas como streaming o edición de vídeo.
- Intel Core i9: Si buscas el máximo rendimiento, esta serie es perfecta para juegos de última generación en 4K o VR, y para quienes necesitan realizar varias tareas exigentes de manera simultánea.
AMD:AMD ha ganado mucha popularidad en los últimos años con sus procesadores Ryzen, que ofrecen más núcleos e hilos a un precio competitivo. Son especialmente buenos para multitarea y juegos que aprovechan el rendimiento multinúcleo. Las series recomendadas incluyen:
- AMD Ryzen 5: Excelente opción para jugadores con presupuestos ajustados, comparable al Intel i5, pero con más hilos, lo que lo hace una buena elección para streaming y edición ligera.
- AMD Ryzen 7: Ideal para quienes buscan un rendimiento equilibrado tanto en juegos como en tareas más intensivas. Perfecto para juegos en 1440p y 4K.
- AMD Ryzen 9: Similar al Intel i9, esta serie ofrece un rendimiento extremo, ideal para gamers que buscan el máximo rendimiento en juegos AAA, realidad virtual o renderizado de vídeo.

Consejos de compra

Cuando elijas tu procesador, ten en cuenta el tipo de juegos y las tareas adicionales que quieras realizar:

Gaming básico: Si solo juegas a títulos menos exigentes o no te importa reducir la calidad gráfica en algunos juegos, un Intel i5 o un AMD Ryzen 5 será más que suficiente.
Gaming avanzado y multitarea: Si juegas a juegos que exigen más recursos (como los AAA), o si planeas realizar streaming, te recomendamos subir de gama a un Intel i7 o AMD Ryzen 7. Estos procesadores te permitirán mantener una tasa de fotogramas alta mientras realizas otras tareas.
Rendimiento extremo: Para jugadores que buscan lo mejor en juegos de alta definición (4K), realidad virtual o transmisiones en directo a alta calidad, lo ideal sería optar por un Intel i9 o AMD Ryzen 9. Estos procesadores también son perfectos para tareas de renderizado o edición de vídeo a gran escala.

En resumen, la elección del procesador dependerá de tu presupuesto y del tipo de uso que le des a tu PC. Si vas a realizar muchas tareas simultáneas o te interesa el streaming y la edición, un procesador con más núcleos e hilos será una inversión inteligente.

1.2. Tarjeta gráfica (GPU)

La tarjeta gráfica o GPU es el componente más importante cuando se trata de jugar en un PC gaming, ya que es la encargada de procesar los gráficos y mostrar las imágenes en tu pantalla. En términos simples, cuanto más potente sea tu GPU, mejor será el rendimiento visual en los juegos, permitiéndote disfrutar de una mayor calidad gráfica, mejores efectos visuales y tasas de FPS más estables.

Qué es y su relevancia para juegos

La GPU (Unidad de Procesamiento Gráfico) se encarga de renderizar las imágenes, escenas y gráficos en los juegos, lo que significa que afecta directamente a la calidad visual y la fluidez con la que juegas. Una buena tarjeta gráfica te permitirá jugar con resoluciones más altas, aplicar más detalles gráficos, y mantener una tasa de fotogramas constante, lo cual es esencial para juegos competitivos y títulos exigentes. Si eres un gamer que valora los detalles gráficos o deseas disfrutar de los juegos a la máxima calidad, una potente GPU es crucial.

Modelos recomendados: NVIDIA vs AMD

Las dos marcas líderes en el mercado de tarjetas gráficas son NVIDIA y AMD, ambas con gamas de productos diseñados específicamente para gaming.

NVIDIA: Conocida por su rendimiento líder en el mercado y tecnologías avanzadas como Ray Tracing y DLSS, NVIDIA ofrece tarjetas gráficas de alto rendimiento para gamers exigentes.
- Serie NVIDIA RTX 30XX: Esta serie es actualmente una de las mejores opciones en el mercado. Dependiendo de tu presupuesto y necesidades, puedes elegir entre:
  - RTX 3060: Ideal para juegos en 1080p con configuraciones gráficas altas y tasas de FPS sólidas.
  - RTX 3070: Perfecta para juegos en 1440p, ofreciendo un excelente equilibrio entre precio y rendimiento.
  - RTX 3080 y RTX 3090: Estas son las opciones premium para quienes buscan jugar en 4K con los ajustes al máximo o para usuarios que también hacen streaming y edición de vídeo.
AMD:AMD ha mejorado significativamente su rendimiento gráfico con su serie RX 6000, ofreciendo una buena alternativa a NVIDIA.
- Serie AMD RX 6000: Similar a la serie RTX de NVIDIA, la serie RX 6000 ofrece una variedad de modelos según tus necesidades:
  - RX 6600 y RX 6700 XT: Excelente para gaming en 1080p o 1440p, con un buen rendimiento y precios competitivos.
  - RX 6800 y RX 6900 XT: Estas tarjetas son comparables a las RTX 3080 y 3090, ideales para 4K gaming con un rendimiento impresionante y alta calidad gráfica.

Resolución y FPS: Cómo elegir según el tipo de juegos

Al elegir una tarjeta gráfica, debes tener en cuenta la resolución a la que juegas y la cantidad de FPS (fotogramas por segundo) que deseas alcanzar:

1080p (Full HD): Si juegas a esta resolución, una tarjeta gráfica de gama media como la RTX 3060 o la RX 6600 es más que suficiente para ejecutar la mayoría de juegos en configuraciones altas o ultra, alcanzando más de 60 FPS en muchos títulos. Ideal para gamers que juegan en monitores 1080p y quieren buena calidad gráfica sin un gasto elevado.
1440p (2K): Para juegos en esta resolución, necesitarás una GPU más potente como la RTX 3070 o la RX 6700 XT para mantener una alta calidad gráfica y una tasa de FPS fluida (alrededor de 60-120 FPS). Es un buen punto intermedio si buscas una experiencia de alta calidad sin saltar a 4K.
4K: Si quieres jugar en 4K, necesitarás una GPU de gama alta como la RTX 3080 o la RX 6800 XT para garantizar un rendimiento fluido con los gráficos al máximo. Estas tarjetas están diseñadas para mantener una alta calidad visual y tasas de FPS consistentes (alrededor de 60 FPS o más) en juegos muy exigentes.

Ray Tracing y DLSS: Tecnologías avanzadas

Las tarjetas gráficas más recientes incluyen tecnologías avanzadas que mejoran considerablemente la experiencia visual y el rendimiento en los juegos:

Ray Tracing: Esta tecnología simula cómo la luz interactúa con los objetos en un entorno de manera mucho más realista, creando reflejos, sombras y efectos de iluminación mucho más precisos. NVIDIA fue la pionera con esta tecnología en su serie RTX, aunque AMD también ha comenzado a implementarlo en la serie RX 6000. El Ray Tracing mejora enormemente la calidad visual de los juegos, pero puede ser exigente para las GPU, por lo que solo las tarjetas de gama alta pueden manejarlo de manera efectiva sin perder demasiados FPS.
DLSS (Deep Learning Super Sampling): Exclusivo de NVIDIA, el DLSS utiliza inteligencia artificial para aumentar la resolución de un juego sin la carga de renderizar cada fotograma en su totalidad. En resumen, mejora el rendimiento en juegos con Ray Tracing activado al aumentar la tasa de FPS mientras mantiene la calidad visual. Esta tecnología es especialmente útil para aquellos que desean jugar en resoluciones altas como 1440p o 4K sin sacrificar el rendimiento.

En conclusión, la elección de tu tarjeta gráfica dependerá de la resolución y la tasa de FPS que prefieras, así como de si valoras las tecnologías avanzadas como el Ray Tracing y el DLSS.

1.3. Memoria RAM

La memoria RAM es otro componente crucial en un PC gaming que afecta directamente al rendimiento de tus juegos y la capacidad de tu sistema para manejar múltiples tareas al mismo tiempo. Cuanta más RAM tengas, mayor será la capacidad de tu PC para cargar texturas, gestionar datos y ejecutar programas sin ralentizaciones.

Capacidad mínima recomendada

Al elegir la cantidad de RAM para tu PC gaming, debes considerar tanto el tipo de juegos que juegas como las tareas adicionales que planeas realizar.

16 GB de RAM: Este es el estándar recomendado para la mayoría de los juegos modernos. Con 16 GB, tendrás suficiente memoria para ejecutar juegos exigentes y realizar algunas tareas en segundo plano, como mantener abiertas aplicaciones de chat o transmisión de video. Esta cantidad es ideal para jugadores que solo se enfocan en gaming y no suelen realizar muchas tareas simultáneas.
32 GB de RAM: Si eres un gamer que realiza multitarea intensiva, como hacer streaming, editar vídeos, o tener múltiples aplicaciones abiertas mientras juegas, 32 GB de RAM será una mejor opción. Aunque muchos juegos no requieren tanta memoria, esta capacidad te garantizará que tu sistema funcione de manera fluida incluso bajo cargas pesadas.

Frecuencia y latencia: Cómo afectan al rendimiento en juegos

La frecuencia de la RAM, medida en MHz, se refiere a la velocidad a la que la memoria puede procesar datos. Una mayor frecuencia permite transferencias de datos más rápidas, lo que puede mejorar el rendimiento en ciertos juegos y aplicaciones, especialmente si tu PC también cuenta con una GPU y un procesador de alto rendimiento.

Frecuencia recomendada: Para la mayoría de los gamers, una frecuencia de entre 3000 MHz y 3600 MHz será suficiente. Esto asegura un buen equilibrio entre rendimiento y precio. En sistemas de gama alta, frecuencias más elevadas pueden ofrecer mejoras adicionales, pero a menudo no notarás una gran diferencia en juegos si ya tienes una frecuencia en ese rango.
Latencia CAS: La latencia se refiere al tiempo que tarda la RAM en responder a una solicitud del procesador. Aunque suele ser menos importante que la frecuencia, una latencia baja (medida por el CAS latency) puede ofrecer un pequeño impulso en el rendimiento. En términos simples, querrás encontrar un equilibrio entre frecuencia alta y latencia baja para obtener el mejor rendimiento.

Consejos: DDR4 vs DDR5

Al comprar RAM, también es importante prestar atención a la generación de DDR (Double Data Rate). Actualmente, existen dos estándares principales: DDR4 y DDR5.

DDR4: Sigue siendo el estándar más común y es compatible con la mayoría de las placas base actuales. DDR4 es más accesible en términos de precio, y su rendimiento es más que suficiente para la mayoría de los gamers. Si estás buscando un PC gaming en la actualidad, DDR4 es una excelente opción debido a su amplio soporte y menor costo.
DDR5: Es la última generación de memoria y ofrece mayores frecuencias y mayor ancho de banda que DDR4, lo que la hace ideal para sistemas de gama alta que buscan el mejor rendimiento posible en juegos y tareas intensivas. Sin embargo, DDR5 es más cara y, aunque es compatible con las últimas plataformas de procesadores, todavía no todos los juegos se benefician significativamente de sus mejoras. A menos que estés construyendo un PC de gama alta o quieras asegurarte de que tu sistema esté preparado para el futuro, DDR4 sigue siendo una opción perfectamente válida en la mayoría de los casos.

En resumen, elegir la RAM adecuada para tu PC gaming dependerá de tus necesidades y presupuesto. Para la mayoría de los gamers, 16 GB de RAM DDR4 con una frecuencia de 3000-3600 MHz será más que suficiente. Si planeas realizar tareas adicionales como streaming o edición de vídeo, considera dar el salto a 32 GB. Si construyes un PC de gama alta o deseas que tu sistema esté preparado para los próximos años, podrías considerar DDR5, aunque DDR4 sigue ofreciendo un excelente rendimiento a un precio más razonable.

1.4. Almacenamiento (SSD vs HDD)

El almacenamiento es un componente clave en tu PC gaming, ya que influye directamente en la velocidad de carga de los juegos, el tiempo de arranque del sistema y la capacidad para guardar tus archivos. Existen dos tipos principales de almacenamiento: SSD y HDD, cada uno con sus ventajas y usos específicos.

Tipos de almacenamiento: SSD (NVMe vs SATA) vs HDD

HDD (Disco duro mecánico): Los HDD han sido la opción estándar de almacenamiento durante muchos años. Utilizan discos magnéticos para almacenar datos, lo que los hace más lentos en comparación con las soluciones más modernas. Aun así, siguen siendo una opción económica y adecuada para almacenar grandes cantidades de datos que no requieren un acceso rápido, como archivos multimedia, documentos o juegos que no usas frecuentemente.
SSD (Unidad de estado sólido): Los SSD no tienen partes móviles, lo que les permite acceder a los datos de forma mucho más rápida que los HDD. Esto se traduce en tiempos de carga mucho menores, una mejora en el rendimiento general del sistema y juegos que arrancan más rápidamente. Hay dos tipos principales de SSD:
- SATA SSD: Utilizan la misma interfaz que los HDD tradicionales, lo que los hace compatibles con la mayoría de las placas base. Aunque son significativamente más rápidos que los HDD, están limitados por la velocidad del puerto SATA (aproximadamente 500 MB/s).
- NVMe SSD: Este tipo de SSD se conecta a través de la interfaz PCIe, lo que les permite alcanzar velocidades mucho mayores que los SATA SSD (hasta 7.000 MB/s en los modelos más rápidos). Son ideales para quienes buscan el máximo rendimiento, ya que permiten tiempos de carga ultrarrápidos tanto en el sistema operativo como en los juegos más exigentes.

Recomendaciones: SSD para el sistema operativo y los juegos principales, HDD para almacenamiento adicional

Para aprovechar al máximo el rendimiento de tu PC gaming, lo mejor es combinar un SSD y un HDD. Esta combinación te ofrece la velocidad de un SSD y la capacidad de almacenamiento más económica de un HDD.

SSD para el sistema operativo y los juegos principales: Te recomendamos instalar el sistema operativo (Windows o el que utilices) en un SSD, ya que esto mejorará significativamente los tiempos de arranque del sistema y la rapidez con la que abres programas. Además, es recomendable que los juegos más exigentes o aquellos a los que juegas con más frecuencia también se instalen en el SSD para disfrutar de tiempos de carga más rápidos y una mejor experiencia en general.
HDD para almacenamiento adicional: Utiliza un HDD para almacenar archivos más grandes, como películas, música, fotos o juegos menos exigentes que no necesiten tiempos de carga tan rápidos. De esta manera, puedes mantener tu SSD optimizado para lo más importante y seguir teniendo mucho espacio de almacenamiento a un costo más bajo.

Capacidades recomendadas: 1 TB SSD mínimo

A la hora de elegir las capacidades de almacenamiento para tu PC gaming, debes tener en cuenta el espacio que ocupan los juegos modernos, que puede ser considerable.

1 TB SSD (mínimo): Hoy en día, un SSD de 1 TB es la capacidad mínima recomendada. Muchos juegos AAA pueden ocupar fácilmente entre 50 GB y 150 GB, por lo que si instalas varios títulos en tu SSD, ese espacio se llenará rápidamente. Un SSD de 1 TB te permitirá tener suficiente espacio para el sistema operativo y varios de tus juegos favoritos sin preocuparte por quedarte sin espacio.
2 TB HDD o más: Para almacenamiento adicional, un HDD de 2 TB o más es una opción económica que te proporcionará suficiente espacio para tus archivos multimedia y juegos menos exigentes. Si sueles almacenar muchas películas, fotos o juegos antiguos, esta capacidad te permitirá mantener todo organizado y accesible sin gastar demasiado.

En resumen, la mejor configuración de almacenamiento para un PC gaming incluye un SSD rápido para el sistema operativo y los juegos principales, junto con un HDD de gran capacidad para almacenamiento adicional. Un SSD NVMe es ideal si buscas el máximo rendimiento, pero si tu presupuesto es ajustado, un SATA SSD sigue siendo una gran mejora frente a un HDD tradicional. Con al menos 1 TB de SSD y un HDD de 2 TB o más, tendrás un sistema bien equilibrado en términos de velocidad y capacidad.

1.5. Placa base (Motherboard)

La placa base es el componente que conecta y coordina todos los demás elementos de tu PC gaming, desde el procesador hasta la memoria RAM y la tarjeta gráfica. Elegir la placa base adecuada es fundamental para asegurar que todos los componentes sean compatibles y funcionen de manera óptima.

Compatibilidad: Factores como el socket del procesador y soporte de GPU

Uno de los aspectos más importantes al elegir una placa base es la compatibilidad con el procesador (CPU) y otros componentes clave como la tarjeta gráfica (GPU). Aquí te explico los factores más importantes a tener en cuenta:

Socket del procesador: El socket es el conector donde se instala el procesador en la placa base, y este debe ser compatible con el procesador que elijas. Por ejemplo, si optas por un procesador Intel, necesitarás una placa base con un socket compatible, como el LGA 1200 o LGA 1700, dependiendo de la generación del procesador. En el caso de AMD, los procesadores Ryzen requieren una placa base con socket AM4 o AM5, según el modelo. Asegúrate de verificar esta compatibilidad antes de realizar tu compra.
Soporte de GPU: La mayoría de las placas base cuentan con ranuras PCIe para la instalación de tarjetas gráficas, pero debes asegurarte de que la placa base sea compatible con la generación PCIe de tu GPU. Las tarjetas gráficas más recientes utilizan PCIe 4.0, pero son compatibles con versiones anteriores (como PCIe 3.0). Sin embargo, para obtener el máximo rendimiento de las GPU modernas, lo ideal es que la placa base soporte PCIe 4.0.

Características importantes: Soporte de RAM, conectividad (USB, PCIe), Wi-Fi integrado

Además de la compatibilidad con el procesador y la GPU, hay otras características clave a considerar al elegir tu placa base:

Soporte de RAM: La placa base debe ser compatible con la cantidad y el tipo de memoria RAM que planeas instalar. La mayoría de las placas actuales soportan DDR4, aunque algunas placas nuevas ya son compatibles con DDR5. También es importante verificar la capacidad máxima de RAM soportada y cuántas ranuras DIMM tiene la placa base. Si planeas instalar 32 GB o más de RAM, asegúrate de que la placa base lo permita.
Conectividad (USB, PCIe): La cantidad y tipo de puertos disponibles en la placa base es otro factor clave. Asegúrate de que la placa tenga suficientes puertos USB (tanto de tipo A como USB-C) para todos tus dispositivos. También es importante verificar la cantidad de ranuras PCIe para futuras actualizaciones, como la instalación de más tarjetas de expansión (tarjetas de sonido, capturadoras de vídeo, etc.).
Wi-Fi integrado: Algunas placas base incluyen conectividad Wi-Fi integrada, lo que puede ser muy útil si no quieres depender de una conexión por cable Ethernet. Si planeas usar tu PC gaming en una zona donde no es fácil conectar un cable de red, busca una placa base que tenga Wi-Fi 6 integrado para asegurar una conexión rápida y estable.

Formatos: ATX, micro-ATX, mini-ITX

El formato o tamaño de la placa base es otro aspecto importante que influirá en la compatibilidad con tu torre y en el número de componentes que puedes instalar. Existen varios formatos de placas base, siendo los más comunes:

ATX: Es el formato más grande y común para PC gaming. Ofrece más ranuras de expansión y puertos, lo que te da más flexibilidad a la hora de actualizar o añadir componentes en el futuro. Si cuentas con una torre de tamaño estándar y quieres una configuración robusta, ATX es la mejor opción.
micro-ATX: Este formato es más pequeño que ATX, pero sigue ofreciendo suficientes ranuras para la mayoría de los gamers. Las placas micro-ATX suelen ser más económicas y compactas, por lo que son ideales si tienes un presupuesto ajustado o si prefieres una caja más pequeña. A pesar de ser más compactas, suelen ofrecer buen rendimiento y la mayoría de las características esenciales.
mini-ITX: Es el formato más pequeño de los tres. Las placas mini-ITX son perfectas para construir un PC gaming compacto, aunque sacrifican algunas ranuras de expansión y puertos. Si buscas un PC compacto y minimalista, mini-ITX es la opción adecuada, pero ten en cuenta que la capacidad de actualización es más limitada.

Al elegir la placa base para tu PC gaming, asegúrate de que sea compatible con tu procesador, GPU y la RAM que planeas instalar. Además, considera las características adicionales como conectividad (puertos USB, PCIe) y la presencia de Wi-Fi integrado, según tus necesidades. Por último, elige el formato que mejor se adapte al tamaño de tu torre y a tus futuras expectativas de expansión. Un ATX es perfecto si buscas flexibilidad y un micro-ATX o mini-ITX son ideales para PCs compactos.

1.6. Fuente de alimentación (PSU)

La fuente de alimentación (PSU, por sus siglas en inglés) es el componente encargado de suministrar energía a todos los elementos de tu PC gaming. A menudo subestimada, elegir la PSU adecuada es crucial para garantizar la estabilidad y durabilidad de tu sistema. Una fuente de alimentación de baja calidad o con potencia insuficiente puede causar problemas de rendimiento o incluso dañar otros componentes.

Potencia recomendada: Según la GPU y otros componentes

La potencia de la PSU se mide en vatios (W), y la cantidad que necesites dependerá principalmente de los componentes que conformen tu PC, especialmente la GPU y el procesador. A continuación te doy algunas pautas generales para elegir la potencia adecuada:

550W: Esta potencia es suficiente para PCs gaming de gama media, con una GPU como la NVIDIA RTX 3060 o la AMD RX 6600. Si no planeas realizar overclocking ni añadir muchos periféricos o discos duros adicionales, 550W debería cubrir tus necesidades.
750W: Para configuraciones de gama alta con tarjetas gráficas más potentes como la RTX 3070 o RTX 3080, es recomendable optar por una fuente de 750W. Esta potencia proporciona un margen adicional si planeas hacer overclocking o si tienes varios componentes que consumen mucha energía.
850W o más: Si estás construyendo un PC extremo con una GPU de gama alta como la RTX 3090 o piensas hacer SLI (es decir, usar dos tarjetas gráficas), necesitarás una PSU de 850W o superior para asegurar que todos los componentes reciban la energía adecuada sin comprometer la estabilidad del sistema.

Para determinar la potencia exacta que necesitas, puedes utilizar calculadoras de potencia online que, basadas en los componentes que elijas, te ayudarán a elegir la PSU adecuada.

Eficiencia: Certificaciones 80 Plus (Bronze, Gold, Platinum)

La eficiencia de una fuente de alimentación indica cuánta energía se desperdicia en forma de calor durante la conversión de corriente alterna a corriente continua. Cuanto más eficiente sea la PSU, menor será el desperdicio de energía y el calor generado. Esto no solo te ayudará a reducir el consumo energético, sino también a prolongar la vida útil de la fuente y del sistema en general. Las PSU se clasifican mediante certificaciones 80 Plus, que garantizan un cierto nivel de eficiencia.

80 Plus Bronze: Esta es la certificación más común y ofrece una buena relación calidad-precio. Las fuentes 80 Plus Bronze tienen una eficiencia de alrededor del 82-85% bajo carga completa. Son una opción adecuada para la mayoría de los PC gaming de gama media.
80 Plus Gold: Las fuentes con certificación Gold ofrecen una eficiencia del 87-90%, lo que significa menos pérdida de energía y menos calor generado. Son ideales para configuraciones de gama alta, ya que garantizan una mayor estabilidad y durabilidad a largo plazo.
80 Plus Platinum: Las PSU Platinum son aún más eficientes, con un rendimiento de hasta el 92%. Son recomendables para sistemas de gama muy alta o para aquellos que buscan la mayor eficiencia posible, aunque su precio suele ser más elevado.

Modularidad: Fuente modular vs semi-modular

Otro factor importante a considerar al elegir una fuente de alimentación es la modularidad, es decir, cómo se conectan los cables a la PSU.

Fuentes modulares: En una PSU modular, todos los cables son desmontables, lo que te permite conectar solo los cables que realmente necesitas. Esto mejora el flujo de aire dentro del PC y facilita la organización de los cables, reduciendo el desorden dentro de la caja. Si valoras un montaje limpio y una buena gestión de cables, una fuente modular es la mejor opción, aunque suelen ser más caras.
Fuentes semi-modulares: En las PSU semi-modulares, algunos cables esenciales, como el conector de la placa base y el conector del procesador, vienen preinstalados, mientras que otros cables son desmontables. Esto ofrece un buen equilibrio entre precio y flexibilidad en la gestión de cables.
Fuentes no modulares: En las fuentes no modulares, todos los cables vienen integrados, lo que puede hacer que la gestión de los mismos sea más complicada, especialmente si no usas todos los conectores. Este tipo de PSU suele ser la opción más económica, pero también la menos flexible a la hora de organizar los cables dentro del chasis.

La elección de una fuente de alimentación adecuada para tu PC gaming es fundamental para asegurar un funcionamiento estable y seguro. Asegúrate de elegir la potencia correcta en función de los componentes que vayas a instalar, optando por al menos 550W para PCs de gama media y hasta 750W o más para configuraciones de gama alta. Presta atención a la eficiencia energética, y considera optar por una certificación 80 Plus Gold o superior para garantizar un menor consumo de energía y mayor fiabilidad a largo plazo. Finalmente, si valoras un montaje limpio y ordenado, una fuente modular o semi-modular será una excelente elección.

1.7. Refrigeración

La refrigeración es un aspecto crucial para mantener un PC gaming funcionando de manera óptima, especialmente cuando los componentes están sometidos a largas sesiones de juego o tareas intensivas. Un buen sistema de refrigeración no solo evita el sobrecalentamiento, sino que también puede mejorar la durabilidad y el rendimiento de tu equipo. Aquí analizamos las diferencias entre refrigeración por aire y refrigeración líquida, además de cómo optimizar el flujo de aire y las opciones para overclocking.

Refrigeración por aire vs líquida: Ventajas y desventajas

Refrigeración por aire:
- Ventajas: Los sistemas de refrigeración por aire son más económicos y fáciles de instalar. Consisten en un disipador de calor que extrae la temperatura del procesador o la GPU, junto con un ventilador que disipa el calor hacia afuera. Son muy eficientes en la mayoría de los sistemas de gaming y ofrecen un buen rendimiento a un coste reducido.
- Desventajas: Sin embargo, la refrigeración por aire puede ser menos eficaz en configuraciones de alta gama o en situaciones de overclocking extremo. Además, algunos modelos de disipadores pueden ser grandes y ocupan mucho espacio, limitando la ventilación de otros componentes. También pueden ser más ruidosos, especialmente cuando los ventiladores giran a alta velocidad.
Refrigeración líquida:
- Ventajas: La refrigeración líquida es más eficiente a la hora de mantener temperaturas más bajas en configuraciones de gama alta o en sistemas sometidos a cargas de trabajo intensas. Utiliza líquido refrigerante que circula a través de un radiador para absorber el calor. Los sistemas de refrigeración líquida son generalmente más silenciosos y permiten un mejor control de temperatura en situaciones extremas, como el overclocking.
- Desventajas: Los sistemas de refrigeración líquida son más caros y complejos de instalar. Aunque son más eficientes, requieren mantenimiento para evitar fugas o problemas con el refrigerante. Si bien son más silenciosos que los sistemas de aire, algunos radiadores y bombas de refrigeración pueden generar ruido adicional.

Cantidad de ventiladores y flujos de aire: Cómo optimizar la refrigeración

El flujo de aire adecuado dentro de la caja de tu PC gaming es fundamental para mantener temperaturas óptimas en todos los componentes. Aquí te damos algunos consejos para optimizar el flujo de aire:

Posiciona los ventiladores estratégicamente: La regla general es tener ventiladores en la parte delantera o inferior de la caja que introduzcan aire fresco, y ventiladores en la parte trasera o superior que expulsen el aire caliente. Esto crea un flujo de aire eficiente que ayuda a mantener las temperaturas bajo control.
Cantidad de ventiladores: Dependiendo de tu configuración, deberías tener al menos dos ventiladores (uno para entrada y otro para salida). Si tienes componentes de gama alta o planeas hacer overclocking, considera añadir más ventiladores para mejorar la ventilación. Un equilibrio ideal podría ser tener tres ventiladores de entrada y dos de salida, asegurando un flujo de aire constante.
Mantén los componentes despejados: Asegúrate de que los cables no bloqueen el flujo de aire dentro de la caja. Mantener una buena gestión de cables es esencial para garantizar que el aire pueda circular sin obstrucciones.

Refrigeración para overclocking: Consejos específicos

Si planeas realizar overclocking en tu CPU o GPU, la refrigeración se vuelve aún más importante. El overclocking aumenta la cantidad de calor generado por los componentes, lo que puede causar inestabilidad o incluso dañar el hardware si no se maneja correctamente. Aquí tienes algunos consejos para mantener tu sistema bien refrigerado durante el overclocking:

Opta por refrigeración líquida: Para overclocking extremo, te recomendamos una refrigeración líquida de circuito cerrado o incluso una refrigeración líquida personalizada. Estos sistemas son capaces de manejar el aumento significativo de temperatura y te proporcionarán un margen de seguridad mayor.
Aumenta la cantidad de ventiladores: Si prefieres un sistema de refrigeración por aire, asegúrate de contar con ventiladores adicionales y, si es posible, utiliza disipadores de aire de alta gama diseñados para soportar cargas de trabajo más pesadas. La combinación de un buen disipador y un número adecuado de ventiladores garantizará que la temperatura se mantenga controlada.
Monitorea la temperatura: Utiliza software especializado para monitorear la temperatura de la CPU y la GPU durante el overclocking. Así podrás ajustar la velocidad de los ventiladores o cambiar la configuración de la refrigeración si notas picos de calor inusuales.

La elección de un sistema de refrigeración adecuado es clave para mantener tu PC gaming en su máximo rendimiento, especialmente si planeas realizar overclocking. Tanto la refrigeración por aire como la refrigeración líquida tienen sus ventajas y desventajas, dependiendo de tus necesidades y presupuesto. Asegúrate de optimizar el flujo de aire dentro de la caja y de monitorear constantemente las temperaturas si exiges más de tu equipo, para evitar sobrecalentamientos y alargar la vida útil de los componentes.

2. Periféricos y accesorios importantes

Los periféricos y accesorios son esenciales para mejorar tu experiencia de juego y sacar el máximo rendimiento de tu PC gaming. Desde un monitor de alta tasa de refresco hasta un teclado mecánico, cada dispositivo influye en tu comodidad y en la precisión de tus movimientos. Elegir el equipo adecuado puede marcar la diferencia en tu desempeño, tanto en juegos competitivos como en sesiones de ocio. En este apartado, te ayudaremos a seleccionar los mejores periféricos, destacando sus características clave y explicando cómo afectan a tu rendimiento general en el gaming.

2.1. Monitor gaming

El monitor gaming es uno de los periféricos más importantes para complementar tu PC gaming, ya que define cómo verás tus juegos y afecta directamente a la calidad visual y la fluidez de la experiencia. Elegir el monitor adecuado puede mejorar tu experiencia de juego, y para ello es esencial que prestes atención a factores como la resolución, la tasa de refresco y tecnologías como G-Sync y FreeSync. Además, el tamaño del monitor debe adaptarse a tu espacio y preferencias personales.

Resolución, tasa de refresco y G-Sync/Freesync

Resolución: La resolución determina el número de píxeles que aparecen en la pantalla y afecta directamente a la nitidez de las imágenes. Las resoluciones más comunes en monitores gaming son:
- 1080p (Full HD): Ideal si juegas con una tarjeta gráfica de gama media. Esta resolución es suficiente para la mayoría de los jugadores y te permitirá alcanzar altas tasas de FPS sin un impacto significativo en el rendimiento.
- 1440p (2K): Si dispones de una GPU más potente, esta resolución ofrece un equilibrio perfecto entre calidad gráfica y rendimiento. Los juegos se ven más detallados que en 1080p, y sigue siendo relativamente fácil alcanzar tasas de FPS altas.
- 2160p (4K): Requiere una tarjeta gráfica de gama alta para poder disfrutar de juegos a esta resolución con 60 FPS o más. Es la opción más impresionante en cuanto a calidad visual, pero también la más exigente para el hardware.
Tasa de refresco: La tasa de refresco (medida en hercios o Hz) indica cuántas veces por segundo se actualiza la imagen en la pantalla. Cuanto mayor sea la tasa de refresco, más fluido será el movimiento en pantalla. Las opciones más comunes son:
- 60 Hz: Es el estándar en muchos monitores, pero puede sentirse algo lento si estás acostumbrado a tasas más altas.
- 144 Hz: Considerado el punto óptimo para gaming competitivo y una experiencia fluida. Con 144 Hz, notarás una gran mejora en la fluidez, especialmente en juegos de acción rápida como los shooters en primera persona.
- 240 Hz o más: Esta tasa está destinada a jugadores profesionales o muy competitivos que buscan la mejor respuesta posible. Necesitarás una GPU potente para aprovechar esta alta tasa de refresco.
G-Sync y FreeSync: Estas tecnologías ayudan a eliminar el tearing (desgarro de pantalla) y el stuttering (tartamudeo), lo que mejora considerablemente la fluidez visual.
- G-Sync es una tecnología de NVIDIA que sincroniza la tasa de refresco del monitor con la GPU NVIDIA, evitando problemas de sincronización en juegos rápidos.
- FreeSync es la versión de AMD y funciona de manera similar con tarjetas gráficas AMD. Ambos son imprescindibles si buscas una experiencia de juego suave y sin interrupciones.

Tamaño ideal según espacio y preferencias

El tamaño del monitor depende tanto de tu espacio disponible como de tus preferencias personales. A continuación te doy algunas pautas para elegir el tamaño adecuado:

24 pulgadas: Este tamaño es ideal para juegos competitivos o si tienes un espacio limitado en tu escritorio. Ofrece una buena combinación de tamaño y claridad en resoluciones de 1080p o 1440p.
27 pulgadas: Si prefieres una experiencia de juego más inmersiva y tienes espacio para un monitor algo más grande, 27 pulgadas es el punto intermedio perfecto, especialmente para resoluciones 1440p. Ofrece un mayor campo de visión sin ser excesivamente grande.
32 pulgadas o más: Si juegas en 4K o buscas una experiencia verdaderamente inmersiva, los monitores de 32 pulgadas o superiores te permiten apreciar todos los detalles gráficos. Sin embargo, asegúrate de tener suficiente espacio en el escritorio y que la distancia entre tus ojos y la pantalla sea la adecuada para evitar incomodidades visuales.

Elegir el monitor gaming adecuado es esencial para sacar el máximo partido a tu PC gaming. Considera la resolución según la potencia de tu GPU, opta por una tasa de refresco alta si disfrutas de juegos competitivos, y asegúrate de aprovechar tecnologías como G-Sync o FreeSync para una experiencia más fluida. El tamaño del monitor dependerá de tu espacio y preferencias, pero siempre busca un equilibrio entre inmersión y comodidad.

2.2. Teclado

El teclado es un periférico clave en tu setup gaming, y la elección entre uno mecánico o de membrana puede marcar una gran diferencia en tu experiencia de juego. Además, si te gusta personalizar tu espacio o jugar en la oscuridad, un teclado con iluminación RGB puede ser una excelente opción. A continuación, te ayudamos a decidir qué tipo de teclado es mejor para ti, dependiendo de tus preferencias y estilo de juego.

Mecánico vs membrana: Recomendaciones según preferencias y uso

Teclado mecánico: Los teclados mecánicos utilizan interruptores individuales debajo de cada tecla, lo que proporciona una sensación táctil precisa y un sonido característico al teclear. Son muy valorados por jugadores que buscan una mayor respuesta y durabilidad. Aquí algunas de sus ventajas:
- Mayor precisión: Cada tecla tiene su propio interruptor, lo que garantiza una mejor respuesta y una sensación táctil consistente. Esto es especialmente útil en juegos donde los comandos rápidos y precisos son esenciales, como en shooters o juegos de estrategia en tiempo real.
- Durabilidad: Los teclados mecánicos suelen tener una vida útil mucho más larga que los de membrana, con millones de pulsaciones por tecla antes de mostrar signos de desgaste.
- Personalización: Los interruptores mecánicos vienen en diferentes tipos (lineales, táctiles, clicky), lo que te permite elegir el que mejor se ajuste a tus preferencias. Por ejemplo, los interruptores lineales como los Cherry MX Red son suaves y silenciosos, ideales para juegos rápidos, mientras que los interruptores táctiles como los Cherry MX Brown ofrecen una mayor retroalimentación táctil para una mayor precisión.
Si valoras la precisión, velocidad y durabilidad, un teclado mecánico será tu mejor opción, especialmente si juegas de manera competitiva o profesional.
Teclado de membrana: Los teclados de membrana son más comunes y asequibles. Utilizan una capa de goma para registrar las pulsaciones, lo que los hace más silenciosos pero menos precisos. Son una opción adecuada para jugadores casuales o aquellos que prefieren un teclado más económico. Algunas características a tener en cuenta:
- Menor coste: Son más baratos que los mecánicos, lo que los convierte en una buena opción si tienes un presupuesto ajustado.
- Silencioso: Al no tener los interruptores mecánicos, son más silenciosos, lo que puede ser importante si compartes espacio con otras personas.
- Sensación más blanda: Al no tener el «clic» característico de los mecánicos, las pulsaciones se sienten más suaves, lo que puede ser preferible si te gusta una escritura más ligera y menos táctil.
Si eres un jugador casual o prefieres un teclado más económico y silencioso, un teclado de membrana será suficiente para tus necesidades.

Teclado con iluminación RGB y personalización

Los teclados con iluminación RGB no solo son funcionales, sino que también añaden un toque estético a tu setup gaming. Estos teclados permiten personalizar la iluminación de las teclas con millones de combinaciones de colores y efectos de luz. Las ventajas de contar con RGB van más allá de lo estético:

Mejora la visibilidad en la oscuridad: Si sueles jugar en ambientes con poca luz, la retroiluminación RGB facilita la localización de las teclas, mejorando tu rendimiento en partidas nocturnas.
Personalización de perfiles de colores: Muchos teclados con RGB te permiten personalizar diferentes perfiles de colores para distintos juegos o situaciones. Por ejemplo, puedes configurar un perfil que ilumine solo las teclas que utilizas en un juego específico o crear efectos de iluminación dinámicos que cambien durante la partida.
Sincronización con otros dispositivos RGB: Si tienes otros dispositivos como ratones, auriculares o incluso la caja de tu PC con RGB, puedes sincronizar la iluminación para crear un ambiente de juego unificado y personalizado.

Un teclado RGB es perfecto si disfrutas de un alto nivel de personalización o si quieres darle un toque único y visualmente atractivo a tu setup gaming.

Al elegir un teclado para tu PC gaming, considera primero si prefieres la precisión y durabilidad de un teclado mecánico o la suavidad y bajo coste de un teclado de membrana. Si además te importa la estética y la personalización, un teclado con iluminación RGB puede transformar tu experiencia, facilitando el juego en la oscuridad y añadiendo un toque visual espectacular a tu escritorio.

2.3. Ratón

El ratón es un periférico fundamental en cualquier PC gaming, especialmente en juegos donde la precisión y la velocidad de reacción son cruciales, como los shooters y los juegos de estrategia en tiempo real. Elegir un buen ratón que se adapte a tus necesidades puede marcar la diferencia entre una jugada perfecta y un error. A continuación, te explico las características más importantes a tener en cuenta, como el DPI ajustable y la ergonomía.

Ratones con DPI ajustable: Importancia para la precisión en juegos

El DPI (puntos por pulgada) es una medida de la sensibilidad del ratón. Cuanto mayor sea el DPI, más rápido se moverá el cursor en pantalla con un movimiento mínimo del ratón. Elegir un ratón con DPI ajustable es fundamental, ya que te permitirá adaptar la sensibilidad según el tipo de juego o incluso según el momento de la partida.

Alta sensibilidad (DPI alto): En juegos que requieren movimientos rápidos y precisos, como los shooters en primera persona, un DPI alto te permitirá moverte más rápido por el escenario. Ratones con un DPI ajustable hasta 16,000 o más te proporcionan una gran velocidad de reacción, lo que es esencial en situaciones de combate frenético.
Baja sensibilidad (DPI bajo): En juegos que requieren precisión milimétrica, como los juegos de estrategia o aquellos donde necesitas apuntar con mucha exactitud, un DPI bajo te da un control más preciso. Esto es especialmente útil para snipers o cuando quieres realizar disparos o movimientos más controlados.

Muchos ratones gaming cuentan con botones dedicados para cambiar el DPI sobre la marcha, permitiéndote ajustar la sensibilidad en tiempo real, lo que es una ventaja en juegos que exigen un cambio de estilo de juego rápido.

Ergonomía y peso

La ergonomía y el peso de un ratón son factores cruciales para garantizar comodidad durante largas sesiones de juego. Un ratón mal ajustado a tu mano puede causar fatiga o incluso molestias a largo plazo, por lo que es importante encontrar uno que se ajuste bien a ti.

Ergonomía: Un buen ratón ergonómico está diseñado para adaptarse a la forma natural de tu mano, reduciendo la tensión y mejorando la comodidad en usos prolongados. Al elegir un ratón, es importante tener en cuenta:
- Forma: Los ratones vienen en diferentes formas para adaptarse a distintos tipos de agarre. Por ejemplo, si usas un agarre de palma, es mejor optar por un ratón más grande y curvado que apoye toda la mano. Si prefieres un agarre de garra o de punta de dedos, un ratón más pequeño y ligero será más adecuado.
- Botones adicionales: Los ratones gaming suelen tener botones adicionales programables, que son útiles en juegos MMO o MOBA, donde puedes asignar acciones rápidas o macros para mejorar tu rendimiento.
Peso: El peso del ratón también juega un papel importante en tu rendimiento. Un ratón más ligero es ideal para juegos de ritmo rápido, ya que facilita movimientos rápidos y repetitivos. Por el contrario, algunos jugadores prefieren ratones más pesados porque les proporcionan un mayor control y estabilidad.
- Ratones ajustables: Algunos ratones permiten ajustar el peso añadiendo o quitando pequeños lastres, lo que te da mayor flexibilidad para encontrar el equilibrio perfecto según tus preferencias.

Elegir el ratón gaming adecuado depende de tus necesidades específicas en términos de precisión y comodidad. Un ratón con DPI ajustable es clave para optimizar tu rendimiento en diferentes tipos de juegos, mientras que una buena ergonomía y el peso adecuado aseguran que puedas jugar durante horas sin incomodidad. Asegúrate de probar diferentes opciones y ajustar el DPI y el peso a tus preferencias personales para obtener el máximo control y rendimiento en tus partidas.

2.4. Auriculares

Los auriculares son un periférico esencial en cualquier setup gaming, ya que proporcionan una inmersión total en el juego y permiten una mejor comunicación con tu equipo si juegas en línea. La calidad del sonido puede influir directamente en tu rendimiento, especialmente en juegos donde el audio posicional es crucial. Elegir entre auriculares con o sin micrófono y decidir entre 7.1 surround o sonido estéreo dependerá de tus necesidades y preferencias.

Con o sin micrófono

Uno de los primeros aspectos a considerar al elegir tus auriculares gaming es si los prefieres con o sin micrófono. Esto dependerá principalmente de si juegas en línea y necesitas comunicarte con otros jugadores.

Auriculares con micrófono: Si juegas a juegos multijugador en línea, tener un micrófono integrado en los auriculares es prácticamente imprescindible. Te permitirá coordinarte con tu equipo, realizar llamadas rápidas y, en general, mejorar la experiencia en juegos competitivos. La mayoría de los auriculares gaming con micrófono ofrecen una calidad de voz clara, y muchos tienen micrófonos ajustables o incluso desmontables. Busca modelos con cancelación de ruido en el micrófono para asegurar que tu voz se escuche con claridad, sin interferencias de ruido ambiental.
Auriculares sin micrófono: Si juegas en solitario o prefieres usar un micrófono independiente, los auriculares sin micrófono también son una opción válida. Esta elección es ideal si ya tienes un micrófono de estudio o simplemente no necesitas comunicarte mientras juegas. Además, algunos jugadores prefieren la limpieza estética que ofrecen los auriculares sin micrófono integrado.

7.1 surround vs estéreo

Otro factor importante a tener en cuenta es si prefieres auriculares con sonido 7.1 surround o sonido estéreo, ya que esto afectará cómo percibes el audio durante las partidas.

Sonido 7.1 surround: Los auriculares con sonido envolvente 7.1 simulan varios canales de audio que te permiten escuchar el sonido desde diferentes direcciones. Esto es especialmente útil en juegos donde el audio posicional es crucial, como en los shooters o los juegos de supervivencia. Con el sonido 7.1, puedes identificar con precisión la ubicación de tus enemigos por sus pasos o disparos, lo que te da una ventaja competitiva. Además, mejora la inmersión en juegos de mundo abierto, donde el entorno cobra vida a través del audio. Sin embargo, no todos los juegos soportan audio 7.1, por lo que es importante verificar si los títulos que sueles jugar aprovechan esta tecnología. Además, ten en cuenta que el sonido envolvente puede ser más caro que los auriculares estéreo.
Sonido estéreo: Los auriculares estéreo tienen dos canales de sonido (izquierda y derecha), lo que sigue siendo una excelente opción para muchos jugadores. Aunque no ofrecen la precisión posicional del 7.1, los auriculares estéreo de buena calidad pueden proporcionar un sonido claro y equilibrado, lo que es suficiente para la mayoría de los géneros de juegos. Además, suelen ser más accesibles en términos de precio.

Si juegas a juegos donde el audio posicional es clave, como FPS o juegos de estrategia en tiempo real, los auriculares con 7.1 surround te proporcionarán una experiencia más envolvente. Para juegos casuales o si priorizas la calidad de sonido sobre la localización precisa, unos auriculares estéreo de alta calidad pueden ser más que suficientes.

A la hora de elegir auriculares gaming, la decisión entre modelos con o sin micrófono dependerá de tus necesidades de comunicación en el juego. Si juegas en línea, elige unos con un buen micrófono integrado. En cuanto al sonido, los auriculares con 7.1 surround te ofrecen una experiencia más inmersiva y mejoran la precisión posicional en juegos competitivos, mientras que los auriculares estéreo siguen siendo una opción sólida para la mayoría de los jugadores, especialmente si buscas una solución más asequible.

3. Consejos de compra y presupuesto

Al planificar la compra de tu PC gaming, es fundamental tener en cuenta tanto tu presupuesto como tus necesidades de rendimiento. Ya sea que busques una configuración económica o estés dispuesto a invertir en un equipo de alta gama, organizar bien tus gastos te permitirá obtener el mejor equilibrio entre precio y prestaciones. En este apartado, te ayudaremos a elegir la mejor configuración según tu presupuesto, a pensar en futuras actualizaciones y a decidir entre montar tu propio PC o comprar uno preensamblado, considerando las ventajas de cada opción.

3.1. Configuraciones por presupuesto

A la hora de comprar un PC gaming, es importante definir tu presupuesto, ya que esto determinará qué componentes puedes incluir y qué rendimiento puedes esperar. Existen configuraciones adaptadas a diferentes niveles de inversión, desde opciones más accesibles hasta equipos de alto rendimiento para los jugadores más exigentes. Aquí te explicamos las configuraciones más recomendadas según tu presupuesto y las necesidades de tus juegos.

Gama baja (Entry level): PC gaming accesible, para juegos menos demandantes

Si tienes un presupuesto ajustado pero aún deseas disfrutar de una buena experiencia de juego, puedes armar un PC gaming de gama baja. Estas configuraciones son ideales si juegas a títulos menos exigentes o si no te importa reducir la calidad gráfica para mantener una buena tasa de FPS.

Procesador: Un AMD Ryzen 5 5600G o un Intel Core i3 te proporcionará el rendimiento básico necesario para la mayoría de los juegos sin gastar mucho dinero.
Tarjeta gráfica: En esta gama, las GPU integradas o una tarjeta gráfica como la NVIDIA GTX 1650 o AMD RX 6500 XT serán suficientes para jugar en 1080p con ajustes gráficos medios o bajos en títulos AAA. También es una opción válida para juegos eSports menos exigentes como League of Legends, CS o Fortnite.
RAM: Con 8 GB de RAM DDR4, podrás manejar la mayoría de los juegos, aunque 16 GB sería lo ideal para asegurarte de que tu sistema sea más fluido y duradero.
Almacenamiento: Un SSD de 500 GB o 1 TB te garantizará tiempos de carga rápidos para juegos y el sistema operativo.

Esta configuración es perfecta si buscas un PC gaming accesible para disfrutar de juegos en 1080p sin gastar demasiado. No obstante, será necesario ajustar algunos parámetros gráficos en juegos más recientes y exigentes.

Gama media: Rendimiento sólido para juegos AAA en 1080p o 1440p

Si dispones de un presupuesto un poco más amplio, puedes armar un PC gaming de gama media que te permita disfrutar de juegos AAA en resoluciones 1080p con gráficos altos o incluso 1440p en configuraciones medias.

Procesador: Un Intel Core i5 o un AMD Ryzen 5 5600X ofrece un equilibrio perfecto entre precio y rendimiento. Estos procesadores son capaces de manejar juegos exigentes y multitarea moderada.
Tarjeta gráfica: En esta gama, te recomendamos una NVIDIA RTX 3060 o AMD RX 6700 XT, que te permitirá jugar en 1080p con gráficos altos e incluso 1440p con buenas tasas de FPS. Estas tarjetas gráficas también soportan tecnologías avanzadas como Ray Tracing y DLSS (en el caso de NVIDIA).
RAM: Con 16 GB de RAM DDR4, tendrás más que suficiente para ejecutar juegos modernos, multitareas como streaming y aplicaciones adicionales sin problemas.
Almacenamiento: Un SSD NVMe de 1 TB te proporcionará tiempos de carga rápidos y suficiente espacio para varios juegos AAA y aplicaciones.

Este tipo de configuración es ideal si quieres un rendimiento sólido en juegos modernos, sin tener que comprometer la calidad gráfica. Es la opción más equilibrada para quienes desean una experiencia fluida sin gastar en un PC de gama alta.

Gama alta: PC para juegos 4K, realidad virtual y multitareas intensivas

Si tu objetivo es obtener el máximo rendimiento posible y jugar en resoluciones 4K, o si planeas realizar tareas intensivas como streaming, edición de vídeo o realidad virtual, necesitarás una configuración de gama alta.

Procesador: Un Intel Core i7 o AMD Ryzen 7 7800X es ideal para juegos de última generación y multitarea intensiva. Si quieres ir más allá, un Intel Core i9 o AMD Ryzen 9 proporcionarán una potencia sin límites para cualquier tipo de tarea.
Tarjeta gráfica: Para jugar en 4K o disfrutar de la realidad virtual, necesitarás una NVIDIA RTX 4080 o una AMD RX 7900 XT. Estas tarjetas no solo ofrecen la potencia necesaria para jugar en las resoluciones más altas, sino que también son compatibles con tecnologías avanzadas como Ray Tracing y DLSS 3 (NVIDIA).
RAM: Con 32 GB de RAM DDR5, tu sistema estará más que preparado para manejar cualquier juego, así como tareas simultáneas como edición de vídeo, creación de contenido y streaming.
Almacenamiento: Un SSD NVMe de 2 TB te proporcionará suficiente espacio para almacenar grandes bibliotecas de juegos y aplicaciones pesadas, garantizando además velocidades de carga ultrarrápidas.

Esta configuración es la mejor opción si buscas un PC gaming que pueda manejar juegos 4K, VR y multitarea de manera fluida. Es perfecta para los gamers más exigentes que no quieren comprometer el rendimiento en ningún aspecto.

Dependiendo de tu presupuesto, puedes optar por una configuración de gama baja para juegos menos exigentes, una de gama media si quieres disfrutar de un rendimiento sólido en 1080p o 1440p, o una gama alta para obtener la mejor experiencia posible en 4K y realidad virtual. Elige los componentes adecuados para equilibrar precio y rendimiento, adaptándote a las necesidades específicas de los juegos que quieras disfrutar.

3.2. Escalabilidad futura

Al comprar o construir tu PC gaming, es importante pensar en la escalabilidad futura. Esto significa planificar de manera que puedas actualizar componentes más adelante sin tener que cambiar todo el equipo. Una buena planificación te ahorrará dinero a largo plazo y te permitirá mantener tu PC competitivo durante más años. A continuación, te explicamos cómo dejar margen para futuras actualizaciones y cuáles son los componentes más fáciles de mejorar.

Cómo dejar margen para futuras actualizaciones

Cuando montas un PC gaming, algunos componentes se vuelven obsoletos más rápido que otros, por lo que es fundamental que elijas piezas que te permitan actualizarlas en el futuro sin complicaciones. Aquí te damos algunas claves para garantizar que tu equipo sea escalable:

Placa base compatible: Una de las decisiones más importantes a la hora de pensar en la escalabilidad es elegir una placa base que ofrezca soporte para las tecnologías más recientes y que te permita futuras mejoras. Asegúrate de que la placa tenga suficiente cantidad de ranuras PCIe para poder añadir nuevas tarjetas gráficas, SSD NVMe o cualquier otro componente. Además, opta por una placa base con compatibilidad con RAM DDR5 si quieres estar preparado para los próximos años.
Fuente de alimentación con potencia extra: Al elegir una fuente de alimentación (PSU), es recomendable optar por una con margen adicional de potencia. Por ejemplo, si tu sistema actual requiere 500W, considera adquirir una PSU de 650W o más. De esta forma, podrás añadir componentes más potentes, como una nueva tarjeta gráfica o más discos duros, sin necesidad de cambiar la fuente de alimentación.
Caja espaciosa: Elige una torre que tenga suficiente espacio para albergar futuras actualizaciones. Asegúrate de que sea compatible con placas base más grandes (como ATX), tenga espacio para múltiples discos duros o SSDs, y suficiente flujo de aire para añadir ventiladores o un sistema de refrigeración líquida más potente.

Componentes más fáciles de actualizar

Cuando pienses en futuras mejoras, es útil saber cuáles son los componentes más fáciles de actualizar en tu PC gaming. Esto te ayudará a decidir qué partes debes invertir más desde el principio y cuáles puedes mejorar más adelante.

Tarjeta gráfica (GPU): La GPU es uno de los componentes más fáciles de actualizar. Si eliges una placa base compatible y una fuente de alimentación con margen suficiente, puedes reemplazar tu tarjeta gráfica sin problemas en unos pocos años, para obtener un rendimiento mejor en los títulos más recientes. Además, las ranuras PCIe para las GPU suelen mantener la compatibilidad a lo largo de varias generaciones.
Memoria RAM: La RAM es otro componente fácil de mejorar. Si optas por una placa base con varias ranuras DIMM, puedes añadir más módulos de RAM en el futuro sin necesidad de sustituir los anteriores. De hecho, es recomendable empezar con 16 GB y, si lo necesitas más adelante, subir a 32 GB o más conforme los juegos y aplicaciones lo demanden.
Almacenamiento (SSD/HDD): El almacenamiento también es fácilmente actualizable. Puedes comenzar con un SSD de 1 TB y añadir más capacidad en el futuro instalando discos adicionales, tanto SSD como HDD. Las placas base suelen incluir varias ranuras SATA y, en los modelos más recientes, también varios puertos NVMe, lo que te da flexibilidad para agregar más almacenamiento.
Sistema de refrigeración: Si decides realizar overclocking o simplemente necesitas mejorar la refrigeración, puedes actualizar el sistema de ventilación o instalar una refrigeración líquida más avanzada. Muchas cajas de PC están diseñadas para facilitar la instalación de sistemas de refrigeración adicionales, permitiendo mantener tu equipo en las mejores condiciones a largo plazo.

Pensar en la escalabilidad futura de tu PC gaming es clave para prolongar su vida útil y evitar gastos innecesarios. Al elegir componentes como una placa base con suficiente margen, una fuente de alimentación con potencia extra y una caja espaciosa, te aseguras de que podrás actualizar elementos como la GPU, la RAM y el almacenamiento con facilidad en el futuro. Invertir en un equipo escalable desde el principio te permitirá disfrutar de los juegos más recientes sin tener que construir un nuevo PC desde cero.

3.3. ¿Montar tu propio PC o comprar uno preensamblado?

Una de las decisiones más importantes al adquirir un PC gaming es si prefieres montar tu propio equipo o comprar uno preensamblado. Ambas opciones tienen sus ventajas y desventajas, por lo que es fundamental que valores tus necesidades y preferencias antes de tomar una decisión. A continuación, analizamos las diferencias clave entre montar tu propio PC y optar por uno preensamblado, destacando la flexibilidad frente a la comodidad.

Montar tu propio PC: Ventajas y desventajas

Montar tu propio PC es la opción preferida por muchos gamers experimentados, ya que te da un control total sobre cada componente que elijas. Aquí te detallo las ventajas principales:

Flexibilidad total: Al construir tu propio PC gaming, tienes la posibilidad de seleccionar exactamente cada uno de los componentes, desde la CPU hasta la fuente de alimentación. Esto te permite optimizar el rendimiento de acuerdo con tu presupuesto y necesidades. Puedes invertir más en una tarjeta gráfica si prefieres priorizar los gráficos, o elegir un procesador más potente si también piensas realizar multitareas intensivas como streaming o edición de vídeo. Esta flexibilidad te asegura que obtienes un equipo personalizado a tu medida.
Mejor relación calidad-precio: Al comprar los componentes por separado, muchas veces puedes conseguir un mejor precio por rendimiento en comparación con un equipo preensamblado. Además, puedes aprovechar ofertas y promociones en diferentes tiendas para ajustar tu presupuesto. También te da la oportunidad de elegir marcas y modelos específicos que te ofrezcan la mejor calidad y durabilidad en el tiempo.
Escalabilidad y facilidad de actualización: Cuando montas tu propio PC, ya estás familiarizado con el hardware, lo que facilita futuras actualizaciones. Sabes cómo están instalados los componentes, por lo que si decides actualizar la GPU o añadir más RAM en el futuro, lo harás con mayor facilidad y confianza.

Sin embargo, montar tu propio PC también tiene algunas desventajas a tener en cuenta:

Tiempo y conocimiento técnico: Aunque existen muchos tutoriales en línea para guiarte, montar un PC puede ser un proceso largo y complicado si no tienes experiencia. Necesitas familiarizarte con cada uno de los componentes y cómo instalarlos correctamente, lo que puede ser intimidante si es tu primera vez.
Riesgo de incompatibilidad: Al comprar los componentes por separado, es fundamental asegurarse de que todos sean compatibles entre sí (procesador, placa base, RAM, etc.). Si no tienes claro qué piezas funcionan juntas, podrías acabar con problemas de rendimiento o incluso daños en el hardware.

Comprar un PC preensamblado: Ventajas y desventajas

Por otro lado, optar por un PC preensamblado puede ser la mejor opción si buscas una experiencia más cómoda y directa, sin tener que preocuparte por el proceso de montaje.

Comodidad y ahorro de tiempo: Comprar un PC preensamblado significa que obtienes un equipo listo para usar. Los fabricantes ya se han asegurado de que todos los componentes son compatibles y funcionan correctamente. Esto te ahorra el tiempo y la preocupación de tener que montar el equipo por ti mismo, lo que es ideal si no tienes conocimientos técnicos o simplemente quieres empezar a jugar cuanto antes.
Garantía y soporte técnico: Otra ventaja importante es que los PC preensamblados suelen venir con garantías de fábrica y soporte técnico. Esto significa que si algo sale mal, puedes contactar con el fabricante para solucionar el problema sin preocuparte por identificar qué componente está fallando. Esto ofrece tranquilidad, especialmente para aquellos que prefieren evitar complicaciones técnicas.
Optimización profesional: Muchos fabricantes de PC gaming preensamblados ajustan el sistema para optimizar el rendimiento, asegurándose de que los componentes trabajen bien juntos desde el primer momento. Además, algunos equipos incluyen software de gestión para facilitar el monitoreo y la actualización de los drivers y el rendimiento del sistema.

Las principales desventajas de optar por un PC preensamblado son:

Menos flexibilidad: Con un PC preensamblado, tienes menos control sobre la elección de componentes específicos. Aunque puedes elegir configuraciones predeterminadas, no siempre puedes personalizar cada detalle, lo que puede resultar en componentes de menor calidad en algunas áreas para mantener el coste bajo.
Precio más elevado: En general, los PC preensamblados tienden a ser más caros que montar uno propio, ya que estás pagando por el montaje y la configuración profesional. Además, los fabricantes suelen añadir un margen de beneficio, lo que puede resultar en un precio más alto por el mismo hardware que podrías conseguir por separado.

La decisión entre montar tu propio PC o comprar uno preensamblado depende de tus prioridades. Si valoras la flexibilidad, la personalización y quieres aprender sobre hardware, montar tu propio equipo es una excelente opción que además puede ser más rentable. Sin embargo, si prefieres la comodidad, el ahorro de tiempo y el soporte técnico, un PC preensamblado te proporcionará una experiencia más sencilla y directa.

4. Recomendaciones finales

Elegir los componentes adecuados para tu PC gaming no solo implica considerar el rendimiento y el precio, sino también tener en cuenta la calidad y la compatibilidad entre las piezas. A continuación, te ofrecemos algunas recomendaciones finales para asegurarte de que tu equipo no solo rinda bien, sino que también sea duradero y fácil de actualizar en el futuro.

4.1. Mejores marcas de componentes: Recomendación de marcas reconocidas en el sector

A la hora de elegir los componentes de tu PC gaming, es importante optar por marcas reconocidas que ofrezcan productos de calidad y garantías. Aquí te recomendamos algunas de las mejores marcas en cada categoría:

Procesadores (CPU): Las dos grandes marcas de procesadores para gaming son Intel y AMD. Intel se destaca por su rendimiento por núcleo, ideal para juegos de alto rendimiento, mientras que AMD, con su línea Ryzen, ofrece una excelente relación calidad-precio y un mejor rendimiento en tareas de multitarea.
Tarjetas gráficas (GPU): En cuanto a tarjetas gráficas, NVIDIA y AMD son las principales opciones. NVIDIA ofrece modelos como la serie RTX con tecnologías avanzadas como Ray Tracing y DLSS, mientras que AMD, con su serie Radeon RX, ofrece un rendimiento sólido a precios competitivos.
Placas base: Marcas como ASUS, MSI y Gigabyte son conocidas por fabricar placas base de alta calidad con características avanzadas para gaming. Estas marcas también ofrecen un buen soporte para actualizaciones futuras y cuentan con modelos tanto para Intel como para AMD.
Memoria RAM: Marcas como Corsair, G.Skill y Kingston son sinónimo de fiabilidad y rendimiento en RAM. Además, ofrecen modelos con RGB y perfiles de overclocking que pueden mejorar aún más tu experiencia de juego.
Almacenamiento (SSD y HDD): Para SSD, marcas como Samsung, Western Digital y Crucial son líderes en el mercado, con modelos rápidos y duraderos. En HDD, Seagate y Western Digital siguen siendo opciones confiables para almacenamiento masivo.
Fuente de alimentación (PSU): A la hora de elegir una PSU, es esencial optar por marcas que garanticen seguridad y eficiencia. Corsair, EVGA y Seasonic ofrecen fuentes de alimentación con certificaciones 80 Plus que aseguran un rendimiento óptimo y un consumo energético eficiente.

4.2. Consejos para evitar cuellos de botella: Equilibrar CPU y GPU

Un cuello de botella ocurre cuando uno de los componentes, normalmente la CPU o la GPU, limita el rendimiento general del sistema porque no puede seguir el ritmo del otro. Para evitar esto, es esencial que mantengas un equilibrio entre la potencia de tu procesador y tu tarjeta gráfica.

Si la CPU es demasiado débil para la GPU, no podrás aprovechar todo el potencial de la tarjeta gráfica, lo que resultará en una pérdida de rendimiento en los juegos. Esto puede suceder, por ejemplo, si tienes una RTX 3080 y un procesador de gama baja como un Intel Core i3.
Si la GPU es demasiado débil para la CPU, ocurrirá lo contrario: tu procesador estará infrautilizado, mientras que la GPU estará al máximo de su capacidad, lo que también afectará negativamente al rendimiento del sistema.

Para evitar cuellos de botella, asegúrate de que tanto la CPU como la GPU estén equilibradas en términos de potencia. Por ejemplo, un Intel Core i5 o un AMD Ryzen 5 sería una excelente pareja para una RTX 3060 o AMD RX 6700 XT. Si estás construyendo un equipo de gama alta, como con una RTX 4080, lo ideal sería combinarla con un Intel Core i7 o AMD Ryzen 7.

4.3. Atención al detalle en la compatibilidad de componentes

Otro aspecto crucial a tener en cuenta es la compatibilidad de los componentes. Un error común al montar un PC es elegir piezas que no son compatibles entre sí, lo que puede causar problemas de rendimiento o incluso impedir que el sistema arranque. Aquí tienes algunos puntos clave a tener en cuenta:

Socket de la CPU y la placa base: Asegúrate de que el procesador y la placa base sean compatibles. Por ejemplo, si eliges un procesador Intel de 12ª generación, necesitarás una placa base con el socket LGA 1700. En el caso de AMD, los procesadores Ryzen requieren una placa con socket AM4 o AM5, según el modelo.
Compatibilidad de la RAM: Verifica que la placa base soporte la cantidad y el tipo de RAM que planeas instalar. Por ejemplo, si optas por DDR4, asegúrate de que la placa sea compatible con esta generación de memoria. Además, revisa la velocidad máxima de RAM soportada por la placa base para aprovechar al máximo el rendimiento.
Tamaño de la GPU y la caja: Antes de comprar la tarjeta gráfica, asegúrate de que la caja del PC tenga suficiente espacio para alojarla. Algunas GPUs de gama alta son bastante grandes, por lo que es importante verificar las especificaciones de la caja y la GPU.
Fuente de alimentación adecuada: Asegúrate de que la fuente de alimentación tenga la potencia suficiente para soportar todos los componentes. Si tu GPU requiere un conector de alimentación adicional, asegúrate de que tu PSU lo incluya. Revisa también la certificación de eficiencia (como 80 Plus Bronze o superior) para asegurarte de que el sistema funcione de manera estable y eficiente.

Elegir los componentes adecuados y asegurarte de que sean compatibles entre sí es clave para crear un PC gaming potente y duradero. Opta por marcas reconocidas que ofrezcan garantías de calidad, equilibra el rendimiento de tu CPU y GPU para evitar cuellos de botella, y presta especial atención a la compatibilidad de los componentes. Siguiendo estos consejos, tendrás un equipo optimizado para disfrutar de tus juegos favoritos durante muchos años.

Preguntas frecuentes (FAQ)

A la hora de montar o comprar un PC gaming, es normal que surjan muchas dudas. En esta sección de Preguntas Frecuentes, respondemos a algunas de las consultas más habituales para ayudarte a tomar decisiones informadas.

1. ¿Cuánta RAM necesito para un PC gaming?

La cantidad de RAM recomendada para un PC gaming depende del tipo de juegos que planees ejecutar y las tareas adicionales que realices. Para la mayoría de los gamers, 16 GB de RAM es el estándar actual, suficiente para jugar a títulos modernos con fluidez y realizar algunas tareas en segundo plano, como navegar por internet o usar aplicaciones de chat. Si planeas hacer multitarea intensiva, como streaming o edición de vídeo mientras juegas, te recomendamos optar por 32 GB de RAM.

2. ¿Es mejor un SSD o un HDD para gaming?

Los SSD ofrecen tiempos de carga mucho más rápidos que los HDD, lo que mejora significativamente la experiencia de juego. Recomendamos utilizar un SSD para instalar el sistema operativo y los juegos principales, ya que notarás una gran diferencia en la velocidad de arranque y la carga de los niveles. Un HDD es útil para almacenamiento adicional, como guardar archivos grandes, juegos menos jugados o películas. La mejor combinación suele ser un SSD de 1 TB y un HDD de 2 TB o más para tener lo mejor de ambos mundos.

3. ¿Qué tarjeta gráfica es mejor para jugar en 4K?

Para juegos en 4K con una alta tasa de FPS, necesitarás una tarjeta gráfica de gama alta. Las opciones más recomendadas actualmente son la NVIDIA RTX 4080 y la AMD RX 7900 XT. Estas GPUs están diseñadas para manejar los gráficos más exigentes a resoluciones 4K, y son compatibles con tecnologías avanzadas como Ray Tracing y DLSS, lo que garantiza una experiencia fluida y visualmente impresionante.

4. ¿Cuánto debo gastar en un PC gaming?

El presupuesto depende de tus expectativas y del tipo de juegos a los que quieras jugar. Un PC gaming de gama baja puede costar alrededor de 700-900 euros y será suficiente para jugar a la mayoría de los juegos en 1080p con configuraciones medias. Para un PC de gama media, que permite jugar en 1440p con gráficos altos, el presupuesto puede estar entre 1.200 y 1.500 euros. Si buscas un PC de gama alta capaz de manejar juegos en 4K y tareas avanzadas como streaming o realidad virtual, prepárate para gastar más de 2.000 euros.

5. ¿Qué diferencia hay entre los procesadores Intel y AMD para gaming?

Intel y AMD ofrecen procesadores de excelente rendimiento para gaming, pero existen algunas diferencias clave. Intel suele destacar en rendimiento por núcleo, lo que lo convierte en una excelente opción para juegos que dependen de un solo hilo, como los shooters. Por su parte, AMD Ryzen es conocido por ofrecer una mejor relación calidad-precio y un rendimiento superior en multitarea, lo que es útil si planeas realizar streaming o edición de contenido mientras juegas.

6. ¿Es necesario un monitor con alta tasa de refresco?

Si juegas a títulos competitivos, como shooters en primera persona o juegos de carreras, un monitor con una alta tasa de refresco (144 Hz o superior) es fundamental. Esto te proporcionará una experiencia de juego mucho más fluida y una ventaja en juegos rápidos. Si juegas principalmente a juegos casuales o títulos más lentos, un monitor de 60 Hz o 75 Hz será suficiente, aunque un monitor de 144 Hz sigue siendo una mejora notable en cuanto a fluidez visual.

7. ¿Cuántos ventiladores necesito para una buena refrigeración?

La cantidad de ventiladores necesarios depende del flujo de aire que tengas en tu caja y del tipo de componentes que hayas instalado. En general, un sistema con al menos dos ventiladores (uno para entrada de aire y otro para expulsarlo) es suficiente para un PC gaming estándar. Si tienes componentes de gama alta o planeas hacer overclocking, añadir más ventiladores o incluso considerar la refrigeración líquida puede mejorar significativamente la temperatura y prolongar la vida útil de tu equipo.

8. ¿Vale la pena invertir en un teclado mecánico?

Un teclado mecánico ofrece una mayor durabilidad y una mejor respuesta táctil en comparación con un teclado de membrana. Si juegas a menudo o valoras la precisión y la sensación al teclear, invertir en un teclado mecánico es una excelente opción. Además, muchos teclados mecánicos permiten personalización avanzada, como interruptores intercambiables y retroiluminación RGB, lo que mejora la experiencia de juego.

Estas son algunas de las preguntas más comunes que te ayudarán a tomar decisiones más informadas a la hora de montar o comprar tu PC gaming. Si tienes dudas adicionales, es recomendable investigar más a fondo o consultar a expertos que puedan orientarte en función de tus necesidades específicas.

Conclusión

Al construir o comprar tu PC gaming, es esencial equilibrar el presupuesto con tus necesidades de rendimiento y pensar en la escalabilidad futura. Elegir los componentes adecuados, desde la CPU y la GPU hasta la RAM y la refrigeración, garantizará que tu equipo no solo rinda al máximo, sino que también sea fácil de actualizar a largo plazo. Recuerda prestar atención a la compatibilidad y evitar cuellos de botella. Siguiendo estos consejos, disfrutarás de una experiencia de juego fluida y optimizada durante muchos años.